Corazón, nuestro cerebro
EL CORAZÓN: UN CEREBRO CON CONCIENCIA CUÁNTICA
Desde hace siglos, y más a raíz de la influencia en Occidente del dualismo cartesiano, se ha sobrevalorado la idea del cerebro como el “gobernante” que dirige y coordina el resto de órganos del cuerpo. Mientras al corazón se le ha dado un papel secundario, A pesar de ello, en muchas culturas milenarias así como en el inconsciente colectivo la metáfora del corazón como una fuente de sabiduría ha estado y está hoy vigente.
Pues bien, gracias a los cada vez más veloces avances en el campo de la Neurocardiología, se ha demostrado que el corazón no sólo no es una simple “bomba” mecánica, sino que además tiene un sistema nervioso intrínsico (SNI) altamente complejo compuesto por más de 40.000 neruronas e interneuronas cuyo circuito permite cualificarlo y calificarlo como un cerebro.
Lo más interesante de esto es que esas interneuronas altamente sensitivas que se comunican entre sí, son capaces de sentir, percibir, aprender, memorizar y tomar decisiones con independencia del cerebro.
Comunicación Cerebro cabeza- Cerebro Corazón
Annie Marquier, matemática y experta en el tema, afirma que esta comunicación se llevaría a cabo en cuatro niveles:
• Comunicación neurológica mediante la transmisión de impulsos nerviosos. El corazón envía más información al cerebro de la que recibe, es el único órgano del cuerpo con esa propiedad, y puede inhibir o activar determinadas partes del cerebro según las circunstancias. Esto puede influir definitivamente en nuestra percepción de la realidad y por tanto en nuestras reacciones y respuestas.
• Información bioquímica mediante hormonas y neurotransmisores. Es el corazón el que produce la hormona ANF, ”la hormona del equilibrio u homeostasis”. Es decir, es la que inhibe la producción de la hormona del estrés y la encargada de producir y liberar la oxitocina (la hormona del amor).
• Comunicación biofísica mediante ondas de presión. A través del ritmo cardiaco y sus variaciones, el corazón envía mensajes al cerebro y al resto de las células del cuerpo. Esta variabilidad de la frecuencia es lo que se conoce como coherencia cardiaca y está directamente relacionado con las emociones positivas (aumento de la armonía rítmica y del equilibrio del SNA) y también con las emociones negativas (desorden, incoherencia en el rimo cardiaco y desequilibrio del SNA).
• La comunicación energética: el campo electromagnético del corazón es el más potente de todos los órganos del cuerpo, 5.000 veces más intenso que el del cerebro. Y se ha observado que cambia en función del estado emocional. Cuando tenemos miedo, frustración o estrés se vuelve caótico. Cuando te sientes en paz o sientes amor LA FRECUENCIA CARDIACA SE ARMONIZA Y LA VIBRACIÓN AUMENTA TAMBIÉN. Además esa info-energía contenida en nuestro corazón no sólo es enviada al cerebro y al resto de las células del cuerpo, sino que se expande por nuestra ratio alrededor del cuerpo -hasta 4 metros-, siendo esa información recibida, interpretada y sincronizada con los campos electromagnéticos de los organismos cercanos.
• En esta línea el Instituto HeartMath afirma que el corazón late en un campo electromagnético más grande producido en el cuerpo, los latidos pueden llegar hasta otros corazones y entablar una especie de comunicación. Investigadores de este Instituto afirman:
• “La mayoría de la gente piensa en la comunicación social únicamente en términos de señales manifiestas expresadas a través del lenguaje, la voz, gestos, expresiones faciales y movimientos corporales. Sin embargo, ahora existe evidencia de que existe UN SUTIL PERO INFLUYENTE SISTEMA ELECTROMAGNÉTICO O SISTEMA DE COMUNICACIÓN “ENERGÉTICO” Y LA HIPÓTESIS DE QUE PROBABLEMENTE ESTE CAMPO CONTRIBUYA A LA ATRACCIÓN O REPULSIÓN “MAGNÉTICA” ENTRE INDIVIDUOS.
• En torno a esto hay además nuevos datos que sugieren que el campo electromagnético del corazón está directamente relacionado con la percepción intuitiva, a través de un acoplamiento con un campo energético de información en sintonía con el campo cuántico, que muestra que el corazón recibe información antes que el cerebro, incluso antes de que el evento suceda.
• De ahí la razón de usar frases como tengo una corazonada o escucha a tu corazón.
• Comunicación no local y memoria celular
• Una cosa a saber sobre el campo electromagnético es que se ha demostrado científicamente que cada órgano y célula de su cuerpo generan un campo de energía.
• Puesto que el corazón genera el campo electromagnético más fuerte, la información almacenada en su campo electromagnético AFECTA A CADA ÓRGANO Y CÉLULA DE SU CUERPO.
• El ya fallecido neurópsicólogo Paul Pearsall afirmaba al respecto:
• las células tienen memoria y el corazón carga una información electromagnética (info energía) que nos conecta con los demás seres humanos y con el mundo que nos rodea.
• Su teoría explica por qué muchos trasplantados empiezan a manifestar trazos de la personalidad del donante como cambios en los gustos, recuerdos con personas que no conoce o atracción inusual hacia actividades que nunca antes les habían interesado o incluso habían detestado.
• “No a todas las personas que son trasplantadas les ocurre este fenómeno, ya que como una radio sintoniza una emisora determinada, la sensibilidad del cuerpo del receptor ha de ser igualmente alta y coherente con la del donante”.
• Las células del corazón son las únicas células rítmicas. Ellas pulsan incluso cuando están fuera del cuerpo, y cuando son colocadas cerca de otras células del corazón, se comunican entre sí y entran juntas en un latido rítmico
• Cada célula de nuestro cuerpo vibra, nuestras células se comunican entre ellas mediante impulsos débiles de 75-80 mV. Esa info energía lleva lo que se conoce como memoria celular y en la que cada célula tendría la información y memoria de todo nuestro organismo.
• La memoria celular implicaría pues la impronta que produce cada vivencia en cada uno de los niveles del ser: material, -como en los músculos o las moléculas-; energético, -como el patrón de vibración neuronal-; informacional -como el significado y aprendizaje del recuerdo de aquella experiencia-; y de conciencia -al extraer el sentido profundo y conectarlo con la globalidad-. LA MENTE NO RESIDE EN EL CEREBRO, SINO QUE EXISTE EN TODO EL CUERPO.
• Bruce Lipton, biólogo celular y autor del libro “La Biología de la creencias”, afirma que las células no sólo se comunican a través de intercambio bioquímico, sino que poseen receptores capaces de captar información del contenida en el vacío cuántico en forma de radiación electromagnética. Algo parecido a lo que hacemos cuando nos conectarnos a Internet, bajamos y compartimos información.
• Aunque aún queda mucho que investigar sobre este campo, algunas personas ya nos cuestionamos el hecho de que si somos capaces de conectarnos vía Wireless a través de nuestros aparatos electrónicos ¿por qué no íbamos a poder hacerlo con nuestro propio organismos y entre otros?
• Corazón como vía directa a la expansión de la consciencia
• Cuando nos referimos a como el campo energético del corazón puede conectar con la información más sutil sobre objetos y eventos remotos en el espacio tiempo nos referimos a lo que Kart Pribam llamó dominio espectral: una forma de energía potencial que envuelve al espacio y al tiempo y que formaría la base para nuestra conciencia y comprensión de “el todo.”
• Así pues la comunicación energética a través del campo del corazón facilitaría el desarrollo de una expansión de nuestra conciencia en relación con nuestro mundo social.
• Tomás Álvaro, neurocardiólogo y experto en sistema inmunológico nos recomienda prestar atención de manera intencionada al corazón :
• “céntrate en tu corazón a la hora de dar un abrazo, de mirar a los ojos o de superar una difícil situación. La práctica de la meditación o la conciencia intencional de un estado emocional positivo, como puede ser el agradecimiento y la compasión, aumentará y armonizará tu coherencia cardiaca hacia tus centros cognitivos y emocionales cerebrales ayudando así a tu sistema inmunológico”.
• La danza entre el cerebro cabeza y el cerebro del corazón refleja la sinfonía y sincronización de los campos energéticos y el vínculo entre los individuos.
Quizá es de ahí que en las tradiciones filosóficas y religiones antiguas se haya afirmado que el Amor es la llave para la unificación y respuesta de la humanidad, ya que ésta emoción se recibe y se emite principalmente desde el corazón.
Puede entonces que la reflexión a todo esto sea llegar a experimentar el Amor del corazón no como una emoción aislada y efímera a nivel individual, sino como un verdadero Estado de Consciencia Inteligente, colectivo y eterno.
Referencias bibliográficas :
• Lipton, Bruce H. La biología de la creencia: la liberación del poder de la conciencia, la materia y los milagros. La Esfera de los Libros, 2007
• Marquier, Annie Maestro del corazón.