La Memoria de las células
Por Luis Angel Diaz, paradigmaterrestre.com
En la memoria de nuestras células está escrito el programa completo de tu existencia. Ella refleja la expresión de ti como un ser holístico. Es importante que no nos dejemos confundir por los viejos conceptos de “mente”, “cuerpo” y “espíritu”. Ellos son simplemente rótulos que han sido creados por la mente humana para tratar de definir los diferentes niveles de experiencia. Pero la experiencia humana es multidimencional. Esa separación por nombres es virtual. No es real. Cada punto dentro de la memoria celular, contiene la información completa del todo holístico. Esta información es infinitamente accesible a todas y cada una de las células del cuerpo. Si reducimos una célula hasta el nivel del átomo, veríamos que está conformada por haces sutiles de lo que se ha llamado “info-energía.” Esta info-energía incluye la información física, mental, emocional y espiritual que proviene de toda la experiencia de vida, herencia genética y generaciones pasadas. Nada de lo que experimentamos, escapa de quedar impreso y grabado dentro del holograma celular, en la forma de memoria. Lo que comúnmente llamamos “memoria celular” es el campo energético celular colectivo, generado por estas memorias celulares individuales.
La información guardada en la memoria celular nos condiciona de tal manera, que nos predispone a percibir y comportarnos de una cierta, determinada manera. Para usar la analogía de una computadora, el ser holístico sería el disco duro. La memoria celular es la base de datos de ese disco. Los archivos dentro de la base de datos, son las memorias celulares. Todas las cosas que alguna vez nos han pasado, están grabadas en las células de nuestro cuerpo, en forma similar a los archivos que han sido guardados en una computadora. De esta manera, lo que está guardado allí, influencia nuestras relaciones con cada una y todas las cosas, que nos estén sucediendo. Esto afecta la forma en que nosotros realizamos nuestras tareas rutinarias y el modo en que reaccionamos al stress y de cómo manejamos los desafíos emocionales en nuestras vidas.
Dentro de la memoria celular, están almacenados todas las improntas conscientes e inconscientes de comportamientos improductivos, que no nos permiten sentirnos felices, saludables, alcanzar nuestros objetivos despertando a nuestro potencial. De esta manera, nuestros cuerpos han sido diseñados para auto curarse.
Pero si nuestros cuerpos han sido creados para mantener la salud, armonía y conexión entre sus partes; cual es la razón por la que las enfermedades se vuelven crónicas?
Si nuestros cuerpos están diseñados para mantener la vitalidad y la salud, por qué ello no sucede naturalmente? La respuesta más simple en nuestra experiencia de estos últimos veinte años, es que nuestros cuerpos por naturaleza son hechos de CEP (Carga Emocional Positiva). La CEP es la energía vital que está fluyendo constantemente e influenciando en forma saludable el estado de nuestra mente y de nuestro cuerpo. Todas las funciones físicas, mentales y emocionales requieren de esta fuerza para su acción. La CEP viene con el derecho de nacimiento de todo ser humano. Estas cargas pueden ser descriptas como un campo energético que está fluyendo libremente, expandiendo paz, confianza, amor y libertad en nosotros. CEP es lo que abunda en los bebes y niños pequeños. También lo encontramos en la naturaleza y en los animales. La naturaleza de la CEP es la de fluir y moverse. A este campo energético le llamamos el “Cuerpo de luz”.
Por el contrario, CEN (Carga Emocional Negativa), es el nombre que le damos a la misma energía cundo se halla estancada. Hoy día, es una parte muy importante de la condición humana. Puede ser descripta como el campo energético contraído y restringido de nuestra energía vital, y es creado por experiencias dolorosas o traumáticas vividas en el pasado que no han sido procesadas o digeridas. Esto determina decisiones y creencias negativas acerca de nosotros mismos y otras personas, ansiedad, temor y cualquier emoción derivada de temores tales como culpa, vergüenza, incomodidad, resentimiento, ira, etc.
La acumulación en el sistema cuerpo-mente de CEN crea una resonancia energética que denominamos “Cuerpo del dolor.”
Cuando la CEN es altamente desproporcionada con respecto a la CEP, se llega a una disfunción masiva en el sistema humano cuerpo – mente.
Candace Pert, Jefa del Área de Bioquímica Cerebral de la Clínica de Neurociencia del National Institute of Mental Health en los Estados Unidos, estudia como la neuro-química influencia la salud humana. Ella expresó recientemente, que “reprimir las emociones negativas pueden ser causales de enfermedades. El no expresarlas apropiadamente, nos provoca ‘cocernos en nuestra propia salsa.”
Día tras día, esta inmersión crónica en la negatividad, produce influencias dañosas para nuestra salud. La clave según Pert, está en unas moléculas complejas llamadas ‘neuropéptidos’. El cerebro contiene cerca de 60 diferentes neuropéptidos, incluyendo endorfinas. Estos neuropéptidos son los condicionantes por los cuales, todas las células en tu cuerpo se comunican unas con otras. Esto incluye mensajes cerebro a cerebro, cerebro a cuerpo, cuerpo a cuerpo y cuerpo a cerebro. Las células individuales incluyendo las células cerebrales, células inmunitarias y otras células del cuerpo, tienen receptores que reciben neuropéptidos. Las diferentes clases de neuropéptidos disponibles para las células, están cambiando constantemente, reflejando variaciones en tus emociones durante el día. La clase y número de emociones, conectadas con los neuropéptidos disponibles en los receptores de las células, influencian tus probabilidades de sentirte bien o sentirte enfermo.
Los virus usan estos mismos receptores para entrar a las células, y dependiendo de cuanto péptido natural haya para ese receptor, al virus le resultará más o menos difícil entrar en la célula. Para decirlo simple, Candace dijo, “Los químicos que circulan en nuestro cuerpo y cerebro son los mismos químicos que están involucrados en las emociones. Y esto me dice que… es mejor que le prestemos más atención a las emociones con respecto a la salud. Bajo la influencia de cantidades masivas de contracciones, nuestras células comienzan a funcionar ineficientemente.” La carga emocional resultante de la acumulación de CEN, impide que los receptores de tus células reciban el mensaje de mantener las funciones básicas. Ellas no pueden realizar en adelante, tareas rutinarias de la producción de proteínas, que es una tarea básica para mantener al cuerpo en un perfecto estado de salud. No es que las células crean la enfermedad y los desequilibrios, es la ausencia de equilibrio, lo que lo crea.
Aún con una dieta “estricta”, “correcta”, o “ideal”, los nutrientes no pueden ser asimilados eficientemente dentro del cuerpo. Este es un hecho interesante, ya que se ha puesto mucho énfasis en la importancia de la dieta y el ejercicio, para eliminar y prevenir la toxicidad dentro del cuerpo.
En muchas prácticas alternativas, hubo siempre credibilidad y aceptación de que hay un nexo común entre la emoción reprimida y el lugar del cuerpo donde se manifiesta la enfermedad o desequilibrio. De acuerdo a la Medicina Oriental, cada órgano o glándula tiene una o más emociones que la influencian.
Frecuentemente, el trauma emocional comienza a manifestar su desequilibrio en el órgano o glándula correspondiente. Con toda esta sabiduría antigua e investigación científica moderna como evidencia de respaldo, no podemos ignorar por más tiempo el hecho de que la toxicidad emocional juega un rol igual o quizás más dominante en conseguir una óptima salud. El Proceso CMR para la transformación de la memoria celular, es un método creado para encontrar y transformar la toxicidad emocional del ‘cuerpo del dolor’, permitiendo que todas las partes – espiritual, emocional y físicas, se comuniquen y recuperen el estado natural de equilibrio.