Dejar Ir
Observa cómo te estás sintiendo secretamente acerca de una persona en una situación dada. Presume que la otra persona es consciente de esos pensamientos y sentimientos. Luego, ponte en su lugar y ve cómo ibas tu a reaccionar. Verás que su comportamiento es probablemente el mismo del que habrías hecho en su lugar. El objetivo es dejar todos esos sentimientos hasta que puedas elevarte hasta un espacio de pensamientos-sentimientos positivos sobre el asunto. Una vez en un espacio positivo, ahora ves que reaccionarías como la otra persona, que estaba al tanto de estos nuevos sentimientos. Lo más probable es que su comportamiento cambiará justo como esperabas. Es posible que haya un retraso de tiempo; pero, si sigues observando, el cambio probablemente se llevará a cabo. Incluso si no es así, ya no estarás molesto por la situación. A veces, la “recompensa” se niega a mostrarse, pero podemos decir: “Esto es algo que el universo me retornará a su debido tiempo.” De hecho, es parte de la grandeza saber que a veces una buena acción no es devuelta.
Es muy eficaz entregar nuestras expectativas de los demás antes de entrar en una situación particular con ellos. Las emociones son realmente intentos sutiles de obligar a los demás e imponer nuestra voluntad sobre ellos, lo cual inconscientemente resisten. La manera de facilitar la satisfacción en las relaciones es imaginar con amor el mejor resultado posible. Asegúrese de que sea mutuamente beneficioso: una situación gano-gana. Deja de lado todos los sentimientos negativos y limítate a mantener la imagen en la mente. Podemos saber si estamos realmente entregados cuando nos sentimos bien en cualquier caso; estamos conformes si sucede, y estamos conformes si no sucede. Por lo tanto, estar entregado no significa ser pasivo. Es estar activo de una forma positiva. Cuando estamos entregados, ya no existe la presión de tiempo. La frustración viene del querer una cosa ahora, en lugar de dejar que suceda de forma natural a su debido tiempo. La paciencia es un efecto secundario automático del dejar ir, y sabemos lo fácil que es llevarse bien con la gente paciente. Ten en cuenta que las personas pacientes suelen conseguir al final lo que quieren.